Una cata de vino a ciegas es una actividad en la que se prueban varios vinos sin conocer su marca o denominación de origen. Es decir, los vinos son presentados a los participantes en copas sin etiquetas, para que no se sepa cuál es cada uno. Este tipo de cata se realiza con el objetivo de centrar la atención en las características organolépticas (olfato, gusto y vista) del vino, en lugar de dejarse influir por la marca, el precio o la reputación. Así, los catadores pueden centrarse en el aroma, el sabor, la acidez, el cuerpo, el color y otros aspectos del vino, sin prejuicios ni expectativas previas.
Las catas de vino a ciegas suelen ser realizadas por expertos enólogos o sommeliers, pero también pueden ser disfrutadas por aficionados al vino que quieran mejorar su capacidad de apreciación sensorial y conocer más sobre las diferentes variedades y estilos de vino.
¿Cómo se realiza una cata de vino a ciegas?
Para realizar una cata de vino a ciegas, se sigue un procedimiento específico que puede variar ligeramente según el experto o el grupo de catadores, pero que generalmente consta de los siguientes pasos:
- Selección de los vinos: se eligen los vinos a catar y se tapan o cubren las etiquetas para que no se puedan identificar
- Observación visual: se examina el color del vino, su transparencia y su brillo. Se hace girar la copa suavemente para observar cómo se adhiere el líquido a las paredes de la copa y se aprecian las «lágrimas» que deja el vino al deslizarse.
- Olfato: se acerca la nariz a la copa y se aspira el aroma del vino, tratando de identificar sus notas olfativas y sus matices.
- Degustación: se prueba el vino, se deja circular en la boca y se identifican sus sabores y texturas, tratando de percibir los diferentes componentes del vino, como el cuerpo, la acidez y la persistencia en boca.
- Evaluación y comentario: se toma nota de las impresiones y se discuten los resultados entre los catadores, tratando de identificar las características de cada vino y adivinar su origen o variedad.
¿Qué hace falta para realizar una cata de vinos a ciegas?
Para realizar de manera adecuada una cata de vino a ciegas es importante que no falte agua para poder beber las degustaciones, además de incluir una pequeña variedad de picoteo. Sería aconsejable elegir platos genéricos que puedan acompañar a los vinos (embutidos, patés, pinchos de tortilla, canapés…) Es muy práctico también poner picos de pan porque sirven para limpiar la boca de sabores y pasar de un vino a otro.
Ficha de cata de vino a ciegas
Una ficha de cata a ciegas de vino es un documento que se utiliza para registrar las impresiones y características de un vino durante una cata a ciegas. La ficha suele incluir diferentes secciones para evaluar la apariencia, el aroma, el sabor y el cuerpo del vino, así como una sección para tomar notas y expresar las opiniones y preferencias personales.
Orden de vinos en una cata
El orden en el que se presentan los vinos en una cata puede variar según el experto o la finalidad de la cata, pero generalmente se siguen algunas pautas para facilitar la apreciación de las características de cada vino y evitar que se cansen o se saturen los sentidos de los catadores. Algunas de las recomendaciones más comunes son:
- Empezar por los vinos más ligeros y secos: se suelen empezar con vinos blancos secos o rosados, de baja graduación alcohólica y sabores más sutiles, para ir acostumbrando el paladar y prepararlo para los vinos más intensos.
- Continuar con los vinos más aromáticos: se pasan a los vinos blancos más aromáticos y expresivos, que destacan por sus notas florales, frutales o herbáceas, y que permiten ejercitar el sentido del olfato.
- Seguir con los vinos tintos jóvenes: se pueden probar los vinos tintos jóvenes y frescos, que tienen menos tiempo de envejecimiento y son más ligeros, con sabores frutales.
- Probar los vinos tintos más estructurados: se pueden ir probando los vinos tintos más estructurados, con mayor cuerpo y taninos más marcados, que suelen ser más complejos y expresivos, y que permiten apreciar las diferentes capas de sabor y aroma.
- Finalizar con los vinos más dulces o licorosos, que suelen ser más densos, concentrados y potentes, y que ayudan a terminar la cata con un sabor más intenso y persistente.
La experiencia de una cata
Una cata de vino a ciegas puede ser una experiencia fascinante y enriquecedora para cualquier amante del vino. Al privar al catador de la información sobre el vino que está degustando, se obliga a prestar más atención a los detalles sensoriales y a evaluar el vino de manera más objetiva, sin dejarse influir por prejuicios o expectativas previas.
Además, la cata a ciegas puede ser una forma divertida y educativa de descubrir nuevos vinos, variedades y de ampliar el paladar y la cultura vinícola. Al evaluar los vinos según su apariencia, aroma, sabor y cuerpo, se pueden apreciar mejor las diferentes características y matices de cada vino, y aprender a identificar las diferencias y similitudes entre ellos.